La vida sigue (2023)

Lo tiene todo para triunfar pero caerá en el olvido. "La vida sigue" continúa la historia de Marcus, un hombre que pierde a su marido y trata de continuar su vida sin él con la ayuda de sus dos amigos. La pérdida, el duelo y el dolor siempre han sido buenos acompañantes en los dramas pero en ésta cinta flojea por todas partes. Si bien el desarrollo de las cinco fases del duelo se llevan a cabo con soltura y naturalidad desde un prisma muy sensible, todo lo demás que rodea la película se queda en un vago recuerdo para el espectador, lo cual me entristece. El sufrimiento por no encontrar un amor correspondido y la culpabilidad de ello, el miedo al compromiso, la eterna juventud... son pequeñas pincelas que acompañan pero no se asientan. Pasan de puntillas y no consiguen calar hondo. Es más, las escenas donde se intenta llevar a cabo una catarsis emocional no logran florecer y provoca que la película se desinfle por completo. En definitiva, "La vida sigue" es una película entretenida para alguna ocasión pero que en un futuro se acabará convirtiendo en drama de sobremesa.