The Budding of Brie (1980)

Brie Livingston (una Hillary Summers sensacional, en la que quizás sea la mejor actuación de su distinguida carrera, es la torpe camarera del “Eileen’s”, un local de moda de Manhattan donde se reúnen las grandes estrellas. Brie aprovecha la oportunidad para acercarse al sufrido agente Ira Daniels (Robert “Bolla” Kerman) cuando la temperamental estrella Diana Farnsworth (Jennifer Jordan, que hace una imitación eficaz de Bette Davis) se larga muy cabreada. Resulta que Diana, una diva de la pantalla en horas bajas, está preocupada por interpretar un papel para el que, claramente, ya es demasiado mayor (una corista que preferiría unirse a las tropas en el extranjero en lugar de entretenerlas). Entonces, aparece Brie con la intención de ofrecerse como su asistenta personal, y hábilmente se las arregla para ganarse la simpatía del séquito de Farnsworth, utilizando el sexo y el chantaje para lograr su objetivo. “The Budding of Brie” es una reinvención adulta del clásico de Joseph Leo Mankiewicz, “Eva al Desnudo” (1950), y siempre ha tenido la reputación de estar “sobreproducida”, lo que significa que el valor de la producción (vestuario, atrezzo, localizaciones…) abruma por completo al sexo. Al evaluar el contenido erótico, es casi imposible no estar de acuerdo con esta evaluación. Salvo por algunas excepciones, las escenas de sexo parecen apresuradas y carentes de la chispa que el director Ron Sullivan (Henri Pachard) aportaba a otros proyectos de la misma época. Quizás por eso es tan genial ver una película para adultos así de suntuosa, y que podría competir con sus homólogas de Hollywood.