
Xime
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jun. 26, 2019
La remanida historia de los hermanos peleados.
Juan (Guillermo Francella) y Luis (Arturo Puig) son hermanos y están testarudamente peleados hace años. Delfina (Rita Cortese), la tercera hermana, junto con la esposa de Luis, Nena (Mercedes Morán), intentan mediar infructuosamente. La presencia de Juan en Buenos Aires, por cuestiones de salud, y en los días próximos al cumpleaños de su hija, exigirá a los hermanos a reunirse. Y no hay mucho más para contar, lamentablemente…
Una puesta en escena teatral, los actores se mueven y la cámara fija, y cuando la cámara se mueve los actores fijos, elementalismo del lenguaje audiovisual. En realidad lo destacado de Ana Katz es el lenguaje teatral, y no lo cinematográfico.
Rodeada de excelentes actores, destacándose a Puig y Rita Cortese sin embargo, no alcanza para lograr un filme interesante. La debilidad del guión está en la ausencia de un conflictos que encadenen la acción. Los conflictos los tiene cada uno de los intérpretes, pero los acarrean desde la construcción misma de su perfil; no hay una situación conflictiva que haya que resolver, más que intentar componer la mala relación entre los dos hermanos. Personajes estereotipados como el burgués que juega al golf (Puig) el otro, el popular pequebú (Francella) golpeado por la vida, que intenta subsistir. Cortese es la hermana conciliadora, el puente entre ambos, que intenta ayudar a que ambos varones vuelvan a hablarse. “Los Marziano” resulta ser una película de personajes, no de acción, de características teatrales donde le queda muy grande el lenguaje cinematográfico ausente.