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Prison Break (2005 – 2017)

8.1 | ago. 29, 2005 (US) | Action & Adventure, Crimen, Drama

Entrar. Salir. Salva la vida de tu hermano.

Michael Scofield (Wentworth Miller) es un hombre desesperado en un situación desesperada. Su hermano Lincoln Burrows (Dominic Purcell), condenado a la pena capital está a la espera de ser ejecutado. A pesar de todas las evidencias, Michael cree en su inocencia, por lo que decide robar un banco para dejarse atrapar y ser encarcelado en la misma prisión que su hermano. Su objetivo: escapar juntos.

Número de temporadas
5
Número de episodios
88

Reparto

profile
Wentworth Miller
Michael Scofield
profile
Dominic Purcell
Lincoln Burrows
profile
Sarah Wayne Callies
Sara Tancredi
profile
Paul Adelstein
Paul Kellerman
profile
Rockmond Dunbar
Benjamin 'C-Note' Franklin
profile
Robert Knepper
Theodore 'T-Bag' Bagwell
profile
Amaury Nolasco
Fernando Sucre
profile
Augustus Prew
David 'Whip' Martin
profile
Mark Feuerstein
Jacob Ness

Reseñas

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Marco-Hugo Landeta Vacas
8 | Sep 01, 2025
(CASTELLANO) Volver a Prison Break con todo visto (incluida la resurrección) me ha confirmado dos cosas: su arranque es dinamita televisiva y, cuanto más se aleja de la prisión, más se nota el desgaste. La primera temporada es un puzle vertiginoso: planos tatuados, micro-misiones imposibles, tensión capítulo a capítulo y un uso del suspense casi musical (ayuda la partitura de Ramin Djawadi). Es puro entretenimiento de alta puntuación. También funciona el reparto: Wentworth Miller construye un héroe cerebral sin perder humanidad, Dominic Purcell equilibra con rudeza cansada, y Robert Knepper hace de T-Bag un villano inolvidable; en la segunda, William Fichtner (Mahone) eleva la caza como un espejo oscuro de Michael. A partir de ahí llegan las grietas: conspiraciones que crecen sin medida, casualidades salvadoras y una repetición de dinámicas que, a ratos, pide más fe que lógica. Sona (T3) aporta aire nuevo pero breve; la T4 vira a “equipo de asalto” con resultados irregulares; el retorno de 2017 es entretenido, aunque se siente más espionaje que fuga. Con todo, Prison Break sigue siendo un maratón muy disfrutable: adictiva, hábil en el cliffhanger y con personajes que enganchan. Si alguna vez la dejaste a medias, el viaje completo merece la pena… aunque el mejor recuerdo siga estando entre rejas. (ENGLISH) Revisiting Prison Break end to end (revival included) confirmed two things: its opening run is dynamite TV, and the farther it gets from the prison, the more wear shows. Season one is a breathless puzzle—inked blueprints, micro-missions, tension episode by episode, and suspense paced almost like music (Ramin Djawadi’s score helps). It’s high-grade entertainment. The cast clicks, too: Wentworth Miller crafts a cerebral hero without losing humanity, Dominic Purcell balances him with weary grit, and Robert Knepper makes T-Bag an unforgettable villain; in season two, William Fichtner (Mahone) elevates the manhunt as Michael’s dark mirror. Then the cracks appear: conspiracies that balloon, miracle coincidences, and a repetition of beats that sometimes demand more faith than logic. Sona (S3) injects fresh air but briefly; S4 pivots to a “heist squad” vibe with mixed results; the 2017 return is fun, though it feels more espionage than escape. Even so, Prison Break remains a highly watchable binge: addictive, expert at cliffhangers, and driven by characters who hook you. If you once dropped it, the full ride is worth it… even if the best memories stay behind bars.