En un barrio humilde a las afueras de Barcelona, Dan y sus dos amigos, Vio y Reno, viven sin pensar en el mañana, entre fiestas y dando palos a joyerías. Detrás de su apariencia de pequeño delincuente, Dan esconde un artista con talento, y una sensibilidad distinta al mundo que le rodea. La reaparición de su padre, tras salir de la cárcel, despierta los viejos demonios de Dan, sumergiéndolo en una espiral de violencia que le obliga a huir y pone a prueba la amistad entre los tres amigos. Empieza un viaje de descubrimiento sin retorno para Dan y Vio, donde tienen que dejar atrás los niños que fueron, cambiando sus vidas para siempre. ¿Podrán escapar de su destino por amor?
_**A VECES LA VIDA ES LA QUE DECIDE POR TI**_
Formo mi burbuja de soledad y melancolía cuando recién conozco a personajes cómo Dan, siento pena y tristeza mientras que le deseo un milagro, para que esa luz que contiene dentro de él consiga salir al exterior y entrar en una bombilla que le dará la felicidad que busca. Nadie, solo yo puedo sacarme de esa triste presión que me inculcan las películas de éste estilo, cómo ésta primera dirigida por Mario Casas. Me gusta ver personajes maldecidos por su desgracia, la que les toca (lo que mucha gente no quiere ver). Ese extrarradio de Barcelona, dónde la presencia familiar no ayuda tampoco. Y que él y dos más, Reno y Vio, se ven obligados a atracar irregularmente alguna joyería, no quieren pero son víctimas de ese destino.
El notable debut y ópera prima de Mario Casas me hace sonreír mucho más que entristecerme. Tiene más aciertos que errores pero no muy numerosos. Tiene de todo, y por eso es un estupendo comienzo. Nos trae una mezcla entre cine quinqui y el cine social español de principios de los 2000. Qué además crea un perfecto ambiente dónde se huele a la mínima: pesadumbre, polvo alcoholizado, gritos y toxicidad, es decir, ansiedad y la tristeza familiar más humillante que se puede ver en esos barrios, en esas situaciones.
Oscar Casas luce por muchos momentos, pero también se le nota verde por otros muy notorios, noté en varias secuencias la obsesión a mirar a cámara, desjuga la trama (lo mejor cuándo quema ese graffiti en la pared y rompe a llorar). No obstante, tengo en cuenta a Candela González y Farid Bechara, también debutantes, dándole mucha vida a la trama. Candela juega un papel estupendo consiguiendo que sea mi favorita en esta obra llena de acción emocional.
No puedo decir que no a esta historia, aunque nos la trae sencilla, prefiriendo otros aspectos antes que profundizar en sus protagonistas, los cuáles me quedo con ganas de conocer más a fondo, no es mala elección desprender la energía que nos acaban transmitiendo estos dos jóvenes: emocional y visual. Espero frenético más sobre estas nuevas estrellas.
_**RICARDO VALERO, SEPTIEMBRE 2023, ESPAÑA.**_