Mientras hace campana, Takashi Komuro es testigo del ataque de un muerto viviente en la puerta de su instituto. Takashi corre a avisar a la chica de la que está enamorado, Rei Miyamoto, y al novio de esta, Hisashi, y escapa con ellos justo antes de que las noticias se extiendan y cunda el pánico en el instituto.

Rei trata de contactar con su padre, quien la informa de que toda la ciudad se encuentra en estado de pánico. Mientras, otros dos grupos de supervivientes, Saya y Kota por un lado y Saeko y Shizuka por el otro, se abren paso entre antiguos compañeros que se devoran entre ellos por los pasillos del instituto.

Atrincherados en la sala de profesores, los supervivientes descubren que la pandemia de los muertos vivientes se está propagando a escala mundial. Tras encontrar a otro grupo de supervivientes, Takashi se ofrece voluntario para probar la teoría de Saya de que los muertos vivientes solo reaccionan al ruido.

Takashi recapacita acerca de todo lo acontecido en las últimas 24 horas en las que el mundo tal y como lo conocían ha acabado. Tras quedar separados de los otros, Takashi y Rei comienzan a moverse en moto a través de la ciudad hasta llegar a una gasolinera donde les espera una desagradable sorpresa.

Mientras los francotiradores del equipo especial de asalto antiterrorista ayudan a despejar las pistas de aterrizaje para que los aviones puedan escapar de Tokio, Takashi y Rei atraviesan una zona de guerra en la que los civiles han enloquecido literalmente en su enfrentamiento contra los muertos vivientes.

Con el apartamento despejado, las chicas aprovechan para darse un baño mientras Takashi y Kota encuentran un auténtico arsenal de armas. En el exterior, la policía tiene problemas para mantener la barricada entre los muertos vivientes y los civiles que defienden la teoría de la conspiración.

El grupo llega a la conclusión de que debe dejar de lado su humanidad en beneficio de su propia supervivencia. Pero cuando Takashi divisa a una niña completamente indefensa en medio de la calle rodeada por un ejército de muertes vivientes, no duda en jugarse la vida para ir a rescatarla.

Con el holocausto nuclear cada vez más cerca, el grupo de Takashi alcanza finalmente la otra orilla del río, donde no encuentra ni civiles ni muertos vivientes. Después de familiarizarse con las nuevas armas recién adquiridas, deciden dirigirse a la casa de Saya, que es la que se encuentra más cerca.

Takashi y Saeko consiguen un vehículo anfibio para escapar de los muertos vivientes y acaban en un banco de arena en medio del río. Pero un oscuro secreto del pasado de Saeko aflorará en el peor momento haciéndola dudar de su propia capacidad y poniendo en peligro la supervivencia de ambos.

Tras pasar un día rodeados de comodidades en la mansión fuertemente fortificada de los padres de Saya, el grupo debe plantearse seriamente si prefiere permanecer seguro en un lugar donde son tratados como niños pequeños o marcharse por su cuenta y conservar su independencia.

Para su sorpresa, Takashi es elegido líder del grupo por sus compañeros. El padre de Saya, quien entrenó a las órdenes del padre de Saeko, le regala una nueva espada a la joven como muestra de gratitud. Justo cuando el grupo decide ir en busca del resto de sus familias, Shido aparece en la mansión.

El ejército japonés y el norteamericano unen sus fuerzas para derribar los misiles nucleares, pero uno de ellos impacta cerca de la costa de Japón. El pulso electromagnético resultante desactiva todos los aparatos electrónicos permitiendo la entrada de una horda de zombies en la mansión de los Takagi.