Japón: Memorias de un Imperio secreto: Lista de episodios

A principios del siglo XVI Japón era una sociedad guerrera gobernada por los samurai y sus caudillos daimyo. Cuando unos comerciantes portugueses llegaron en 1543 fueron los primeros europeos en pisar Japón. Los misioneros se apresuraron en tratar de convertir el país al cristianismo. Ese mismo año nació un muchacho samurai llamado Tokugawa Iesayu en una familia daimyo de baja graduación. Para demostrar la lealtad de su familia a los caudillos reinantes, entregaron a Ieyasu como rehén, y así permaneció la mayor parte de su infancia. Cuando lo liberaron finalmente Ieyasu reclamó los dominios de su familia y se alió con los gobernantes más poderosos de Japón: Oda Nobunaga y su sucesor, Toyotomi Hideyoshi. Al entregarle una pequeña población pesquera llamada Edo (más tarde conocida como Tokio), Hideyoshi ofreció a Ieyasu un amplio territorio para gobernar. Pero su alianza no era precisamente estrecha. En su lecho de muerte, Hideyoshi colocó a Ieyasu al mando hasta que su hijo y auténtico heredero Hideyori estuviera capacitado para gobernar. Cuando los rebeldes daimyo desafiaron su poder, los ejércitos de Tokugawa Leyasu los derrotaron en la batalla de Sekigahra. La victoria le otorgó a Ieyasu el título de Shogun. Hideyori era entonces el único obstáculo para que Ieyasu controlara totalmente Japón. En 1614 Ieyasu traicionó su lealtad a Hideyori y atacó el Castillo de Osaka, masacrando a más de 100.000 personas. Es el principio de una dinastía que duraría más de 250 años.

Con Ieyasu al mando, la paz llega a Japón, y se establece una nueva sociedad basada en la ética samurai de obediencia y lealtad. En 1600, William Adams se convierte en el primer inglés en pisar Japón. Impresionado por los barcos de comercio europeos, Ieyasu le pide a Adams que le ayude a construir su propia flota. Viendo que los ingleses no tienen ningún interés en convertir a los japoneses al cristianismo Ieyasu decide expulsar a los portugueses y los españoles, que combinan el adoctrinamiento con el comercio demasiado a menudo. Cuando muere, a los 72 años, Ieyasu ha establecido un sistema de clases estrictamente controlado, basado en la regla del samurai. Pero su nieto, Iemitsu, gobernará con mayor severidad. Dado que no hay guerras en las que luchar, Iemitsu aumenta el control sobre el poder, y el movimiento de los daimyo y sus inquietos ejércitos samurai. A pesar de que los misioneros extranjeros han sido expulsados, Iemitsu aún teme la influencia del cristianismo. En 1637, los campesinos empobrecidos y los cristianos perseguidos estallan de ira en la rebelión de Shimabara, y miles de ellos mueren. Para evitar que haya mayor disensión debido a la influencia extranjera Iemitsu cierra Japón al mundo occidental. Pasarán más de 200 años antes de que la nación vuelva a abrir sus puertas.

Hacia 1690 Japón es un país completamente aislado del mundo exterior, excepto por una pequeña comunidad de comerciantes holandeses. Entre ellos está el doctor Englebert Kaempfer, cuyos escritos ofrecen información muy valiosa sobre la vida cotidiana en Japón. La cultura y el comercio florecen. Pero crece la inquietud entre los caudillos daimyo reinantes y sus ejércitos samuari. El Shogun Tsunayoshi es un producto de ambas clases. Bajo su reinado, el arte y la educación alcanzan cotas elevadas, y aparecen “Leyes de Compasión”. Los samurai, las geishas, los cortesanos, los comerciantes, los escritores y actores se sienten atraídos por Edo, y las clases empiezan a mezclarse. El interés de Japón por la ciencia occidental aumenta, haciendo que la política de aislamiento sea difícil de cumplir. En 1853, Matthew C. Perry envía barcos norteamericanos a la Bahía de Edo, y pide que la nación se abra formalmente. Al darse cuenta de que la resistencia es inútil los japoneses negocian tratados con EE.UU. y otras naciones occidentales. Diez años más tarde, la clase samurai se disuelve y el Tokugawa Shonugate finaliza. Después de 265 años de aislamiento ha empezado la era moderna en Japón.