Cuando un grupo de policías corruptos conocidos como Los Cuervos son arrestados, deben infiltrar a un topo del FBI entre ellos o enfrentarse a la prisión. Le corresponde al líder de la banda, Steve Hammond, y a su hermano Cole, ocultar el trato a la pandilla, incluido a su padre encarcelado, Tom.

Con la vida de Tom en peligro mientras está en la cárcel, Hammond y Cole le piden al capo Neckbone que le pare los pies a sus perros. Mientras, Hammond y Cole tienen ocultar la verdad sobre Sleep, tanto de Neckbone como de los Federales. Hammond ejerce presión sobre el agente Byrd, que cada vez está más contra las cuerdas.

Un mensaje que parece venir del mas allá, pone a los Cuervos nerviosos. Neckbone utiliza métodos extremos para presionar a los Cuervos y que revelen el destino de Sleep. La línea entre la amistad y el odio, empieza a desvanecerse para Byrd. La aventura entre Karen y Foster, complica la vida de los Cuervos.

El lío entre Beach y Foster cada día que pasa se hace más peligroso. Después de una masacre de inocentes, El agente Price presiona a los Cuervos para que localicen la fuente de WMD, una nueva droga. Neckbone aprieta las tuercas a la banda para descubrir la nueva amenaza que atenaza a su negocio.

Beach deja plantado a Foster, lo que deja a los Cuervos y los Víboras en una situación de autodestrucción. Cuando el cadáver de Sleep aparece, Neckbone pone precio a las vidas de los cabecillas de la organización que está distribuyendo el WMD. Tom Stokes es liberado y no está muy contento con cómo ha dirigido su hijo la organización. Winters ataca por sorpresa a los Cuervos.

Tom se arriesga a iniciar una Guerra de bandas cuando se venga de Winters. Con un nuevo cadáver en su puerta, Neckbone le da un ultimátum mortal a Hammond. Padre e hijo pelean por el liderazgo de los cuervos, abriendo una brecha en la banda. Hammond y Cole intentan ganar un poco de pasta, pero les sale el tiro por la culata.

Una redada del FBI que sale mal, retira el WMD de las calles, pero Neckbone queda libre sediento de sangre de Cuervo. El agente Price pide a Hammond que consiga que su padre se retire como sea, sin embargo Tom, consigue recuperar su precario poder. Escondido, Neckbone prepara su venganza.

Después de que las peores pesadillas de Hammond y Cole se hagan realidad, la búsqueda de Neckbone avanza. Byrd sigue el rastro del WMD hasta una gran empresa farmacéutica, pero la oficina no está dispuesta a ayudar. El agente Price se enfrenta a Tom en un esfuerzo por engañarle. Foster revela a Beach unas pruebas que le ha robado a Winters.

Cuando Hammond y la banda siguen a Neckbone hasta su escondite, una escena impactante les está esperando. Justo cuando los Cuervos tienen todos los frentes abiertos, otro enemigo aparece para morderles. El ataque de Foster con el CEO de la farmacéutica, le sale por culata. Los Cuervos está entre la espada y la pared, y deberán luchar por sus vidas.

En el capítulo final de la temporada, los federales atacan a los Cuervos. Hammond está listo para sacrificarse por la banda, pero Beach tiene un as bajo la manga. Hammond hace un trato con el agente Price para salvar a la banda, pero el trato no es lo que parece. Los Cuervos por fin se preparan para enfrentarse a Neckbone.

La familia de un capo colombiano se une a los Cuervos para rescatarlo de una banda enemiga. Steve (Ryan Kwanten) y Kraley (Andres Howard) compiten por el control de banda, y la ahijada de Carl intenta ingresar en ella.

Los Cuervos trabajan para liberar a un capo colombiano de una banda enemiga, mientras las decisiones de Steve (Ryan Kwanten) y Kraley (Andres Howard) ponen en riesgo a la banda.

Steve cree que Price, exagente del FBI encarcelada, es una gran amenaza para los Cuervos. La continuación de Ramos en la banda se tambalea a causa de una tensa discusión con su exmujer por la custodia de su hija.

Tras rescatar a un capo colombiano de una banda enemiga, Steve (Ryan Kwanten) debe persuadir a los Cuervos para que acepten un nuevo trato. Beach (Katrina Law) sigue la pista de su padre biológico, mientras Cole (Hardrict) intenta evitar una guerra territorial entre bandas.

Steve (Ryan Kwanten) sospecha que un informante está trabajando dentro del cártel colombiano, y Cole (Cory Hardrict) intenta detener una guerra territorial entre dos bandas. Ramos (J.J. Soria) lucha por la custodia de su hija, mientras Beach (Katrina Law) sigue investigando la identidad de su padre biológico.

Steve (Ryan Kwanten) y Carmen se oponen de manera secreta al plan de Ricardo para hacerse cargo del cártel colombiano. Cole (Cory Hardrict) se implica en el intento de G por identificar a un testigo en el asesinato de un joven, mientras Beach (Katrina Law) descubre la inquietante verdad sobre el pasado de su padre.

Carmen intenta negociar con Steve y el agente Andrews la entrega de Ricardo. Cole intenta atacar tras las últimas muertes, mientras Christine recurre a la ayuda de los Cuervos para traer a su hermana Dani de vuelta.

La muerte de uno de los Cuervos tiene a todos en vilo. Carmen y sus aliados siguen buscando a Victor y cerrar todos los cabos sueltos antes de regresar a casa. Steve y el agente Andrews luchan por desmantelar el cártel y evitar derramar más sangre. Kraley intenta retomar el control del grupo mientras Cole sugiere una salida impactante.