Kevin Crawford cumplió los dieciocho y ya puede entrar a la fuerza como su papá. Probablemente la nueva droga que llegó a las calles no sea un problema. Probablemente.

Bala consigue fama y gloria en un grupo clandestino de pelea de perros, mientras el jefe Crawford se enfrenta a su peor rival en un exasperante caso de homicidio.

Fitz empieza a portar un arma por insistencia de Gina y se desata un escándalo mediático. Hopson descubre una conspiración cuando lo mandan a un asilo de ancianos.

Kevin recibe un regalo de la mamá y es amor a primera vista: ¡una patrulla que habla! Bala hace que Dusty se convierta en el rey del pollo frito.

El predicador Paul pone a los policías de su lado contra un "culto satánico" de jugadores de Calabozos y dragones, pero Bala le apunta a la "santa" de su hija.

Tras un sorprendente hallazgo, Gina emprende su particular venganza y contacta con su familia a la que hace tiempo que no ve, dejando Paradise sin el poli malo.

Mientras Kevin y su padre se enfrentan en el Politatlón, Bullet se encarga de la comisaría y Dusty ayuda a Hopson con algunos asuntos pendientes.

Kevin y el equipo buscan a la mente maestra detrás de la meta argyle y terminan en el circo. Dusty está corto de plata y subasta su virginidad en la internet oscura.

Kevin no sale muy bien parado de su plan de reunir a la familia. Tras ver los resultados de las pruebas de ADN, Dusty jura que detendrá el desfile de Acción de Gracias.

Dusty se desvive para que el pueblo esté listo cuando llegue Santa. Mientras tanto, Kevin trata de exponer a toda costa al traidor de la policía.

Mientras llueven turistas en la nueva y pacífica Paradise, Gina intenta liberar a Dusty de la cárcel, Kevin le saca el jugo a ser el héroe, y Karen planea una ejecución.

En el Día de Kevin da Asco, Fitz persigue al nuevo traficante de meta, el jefe descubre el fetiche secreto de Karen, y Kevin le escapa a una predicción humillante.

Por culpa de Tucker Carlson, se desata una guerra de los sexos que separa en dos a la fuerza policial. Más tarde, Al-Qateta frustra el malvado plan de Fitz.

Dusty se topa con una vieja estrella de una sitcom en Paradise y trata de reavivar su carrera. El escuadrón se obsesiona con los hábitos sanitarios de Kevin.

Con la tasa criminal por las nubes, el jefe Crawford decide robarle el caso del Traficante al agente Badajos. Por otra parte, Fitz tiene problemas verdes.

Karen legaliza la meta para ser reelecta y se enfrenta a un nuevo candidato: Fitz. El jefe llama a Dobby para una misión. Bala visita el infierno.

El grupo huye de Paradise y termina en Brickleberry, donde ayuda al guardabosques Woody y su equipo a encontrar al oso Malloy.

Parece que Fitz no es quien parecía ser, ¿será demasiado tarde para atrapar al verdadero enemigo y salvar a Paradise de un desastre nuclear?

El jefe Crawford entabla una amistad impensable, insalubre e impura. Delbert y Robby fundan un nuevo país. Fitz se adapta a la vida matrimonial.

La Policía de Paradise maquilla sus estadísticas de arrestos para ganar un concurso. Fitz adopta una nueva identidad. Dusty siembra el terror en una tienda de donas.

El jefe quiere otro hijo, para lo cual deberá demostrarle a Karen que ha mejorado sus habilidades paternales. Robby abre una feria. Dusty le aprieta las tuercas a Fitz.

¿Tiene el pueblo de Paradise un problema con las armas de fuego? Depende de a quién le preguntes. Además, Dusty soborna a Bala para que aparezca en sus videos en línea.

Dusty suscita una revolución en los Cuidakilos. Bala teme que Gina pueda tener una adicción. La esposa de Fitz consigue empleo en SeaWorld.

Dusty le da a Fitz otra identidad: Steve Harvey, el presentador de Family Feud. Entretanto, el jefe Crawford intenta robar su propio esperma de una clínica de fertilidad.

Herido de amor, Kevin se inventa una novia con la esperanza de darle celos a Gina. El jefe Crawford descubre que el pueblo nunca derogó la ley seca.

La Policía de Paradise lucha contra drones. La madre de Karen viene a ayudar con los preparativos prenatales. Kevin se ofrece a resolver los problemas técnicos de Gina.

Karen le pide al jefe que sea amable con Hopson, pero resulta ser una tarea muy humillante. Kevin intenta que Gina participe en un juego de rol en vivo.

Los mutantes pasan a la tercera etapa de su misión de venganza. La familia de Gina secuestra a Kevin. Al jefe le preocupa que su hijo nonato le tenga rabia.

Karen apuesta fuerte, confiada en que un nuevo casino genere dinero suficiente para restaurar Paradise. La relación de Kevin y Gina sigue siendo obstinadamente platónica.

Gina y Kevin hacen un anuncio importante, Bala teme que Fitz esté a punto de descubrir algo muy desagradable y Dusty se inscribe en un «gimnasio».