Tomar una u otra decisión puede cambiarte la vida. Eso es lo que le ocurre a Irene, una joven que acepta formar parte de una cadena de favores. Al mando está El Conseguidor, un individuo con una máscara virtual dispuesto a conceder deseos a cambio de favores.

C envía un vídeo a Irene en el que descubre quién le dio la droga a su hermana. Logra juntarse en persona con otros integrantes de la cadena. David necesita respuestas, no se cree capaz de hacer lo que le ha pedido el Conseguidor. Kiu vigila a un hombre misterioso. Mireia, estrecha lazos con el indigente, cuando no está borracho, él es otra persona.

El sueño de Mireia se empieza a cumplir, pero no es feliz y toma una drástica decisión respecto al Indigente. Joel le confiesa a Irene un secreto que marcará un punto de inflexión en su relación y hará que Irene le vea con otros ojos. Descubrimos quién es ese hombre misterioso al que espía Kiu, mientras que C presiona a David para que cumpla su parte del trato: secuestrar a un bebé.

David se muestra decidido a cumplir su parte del trato para que C haga realidad su deseo. Kiu se acerca a su objetivo, pero sufre un duro golpe al saber las consecuencias que acarrea cumplir el pacto con el Conseguidor. Irene descubre que Joel tuvo una relación anterior que le dejó tocado. Y mientras, el grupo investiga sobre la verdadera identidad de C: la lista de sospechosos empieza a reducirse...

Irene está cada vez más cerca de descubrir a C y tratará de desenmascararlo con ayuda de sus amigos, pero no le resultará fácil. Además, la policía busca al bebé secuestrado y al chico que cometió el delito, mientras que Kiu descubre un secreto de su pasado que cambiará su vida para siempre.

Los chicos deciden que ha llegado el momento de atrapar a C y acabar con su cadena para siempre. Tras reducir la lista a un puñado de sospechosos, van al concierto de Naranja dispuestos a desenmascarar al Conseguidor de una vez por todas.